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Mostrando entradas de diciembre, 2011
Se de muchas historias de hombres en presencia de Dios, mas esta es mi historia de la noche que  estuve con Dios.  Entonces vi el decurso del ser humano a través de sus ojos y cierta lamentación se me transfirió;  recorrí a lo largo de sus piernas el origen mismo de la vida hasta el inicio de todo, lugar en el que se abren  las puertas perladas que dan paso a las praderas del Eden dividido entre amor y odio,  placer y dolor,  entre ella y yo.  Aquellas praderas que Dante busco sin éxito alguno y tan solo supo soñarlas en su Divina Comedia o que Dylan supo cantarlas en su “Knockin heavens door” más jamás presenciarlas.  Los días pasados se imprimirán en la memoria de un hombre, una noche y Dios. Dios existe y es una mujer, nació en Brasil y es una Diosa de amor. Creo que ahora puedo morir en paz.  AMEN.

EL SONIDO DEL SILENCIO

(EXTRACTOS DE LA CARTA SUICIDA DE J.S.S) …...todo tiene un sonido, como una emoción contenida o un grito ahogado. El lenguaje sempiterno ha sido siempre el silencio y su sonido es harto conocido por los sordos  (cuya conciencia los ha obnubilado para escucharlo) o los locos (en quienes—el sonido—los  ha desbordado desde el abismo al cual ellos han mirado como hábilmente lo reconoció el sifilítico Nietzsche en su tragedia). Recuerdo, hace un año, cierto día  luego de abandonar el trabajo y huir presurosa por las calles, para refugiarme en casa del caos citadino  escuche a la mente que hilvana el hilo y dirige la aguja de este manto de vidas, de este telar de sueños, recuerdo el sonido de ese  día, la voz, el tono, el curso del lenguaje y el contenido del mismo, su amanecer  atonal y el adagio matutino, la fuga del atardecer y el réquiem nocturno. Lo recuerdo tanto como ahora, tanto   que esa conciencia se traslada tras mío buscando cumpla su designio....

M3l0dr4m@ en tres actos. SEGUNDO ACTO: A traves del aire

Caigo como una brisa fría que fragmenta a los amantes enloquecidos. A través   del aire desciendo, cuyo frio seno me acoge, como a todo hijo caído indefenso, pavoroso, en silencio... Un sueño, devenido en dolor me acompaña, como la vida devenida en sufrimiento desciendo. Se abre paso a través de mi pecho un dolor fulgurante, el corazón es el de siempre, un órgano hueco incapaz de albergar sentimientos. Los latidos nunca fueron tan necesarios, y una idea tuya a quien jamás conocí se presenta , como una última imagen, o tal vez la más primigenia Del otro lado, y esto es lo único cierto, nada se muestra, ni el otro lado, ni los que caen, ni la luz prometida, ni el que escribe De este lado, ya no puedo darte las gracias, disculparme, o mentirte. De este lado, solo el dolor es nuestro. No significan nada estas mis letras. (Solo soy un cuerpo que   caigo a través del aire un sueño se abre pas...