Dedicado a todos los amigo amantes del “Salmon” Calamaro….
(Gabriel, Guido, JPA, Eddy, Hector, Vivi, Chela, Ivan, Pam, Lucas, Jacky…….
Dieron las 21:00, yo había llegado unos 20 minutos antes (más tarde de lo previsto) así que esa mirada rápida a los alrededores planeada unos días atrás, se transformo en solo un vistazo rápido de poleras y recuerdos, una seria de souvenires y también personas, que tal y como siempre pensé no tenían una impronta propia de la música de Andrelo, pues su música tal cual dicho de Dylan: "lo hizo un expedicionario" llevandolo a realizar hasta la misma cumbia, que por primera vez la baile con gusto unos 40 minutos después. El Auditorio Nacional de México es imponente pero no importo tanto la verdad. En medio de la gente algún momento se me vino la idea de “yo y el momento” y ese “yo momentáneo” no sabía lo que se venía o bien si sabía, pero no tanto o tal vez un poco más, o tal vez no quería saber.
El público Mexicano es más poco más apático que el Boliviano, así que hasta empezado el concierto y ya con el primer tema en juego una horda de gente se abalanzó sobre sus butacas.
(…) y así empezó todo, una lagrima que discurría por algún lado me hizo caer en la realidad de la que hable en una entrada anterior, y ese “yo momentáneo” llego a ser ese “yo” y así ese yo (quien quiera que sea) entro en comunión con ese pasado y este presente, parece que cada uno de los círculos incompletos alcanzaron sus puntos y todos aquellos puntos que hicieron parte de mi circulo (aún incompleto) se presentaron, a la memoria volvieron aquellas tardes de vino y de calor, aquellas noches de rabia y frustración y todos esos momentos que por más duros que fueron guardaban cierta pasión casi única que nos hacia caer en vida y de tanto en tanto pensar en noches eternas y de sueños inextinguibles.
“Los divinos” empieza cantando Andrés y no me emociona tanto el tema sino él, un hombre semejante a otros, capaz de entender la vida en una forma que me agrada, está a unos 60 metros mío su voz no es la misma del viejo cassette (si cassette) robado a mi primo hace cuanto, pero la emoción es la misma, y no sé si esa emoción es mía o la de él proyectada, pero ayuda a decorar ese espacio inmenso donde ya no existiría más campo para el vacío. “Los Divinos” acaba, la gente grita, pero no tanto como cuando suena: “debo arreglar todo lo que hice mal, todo lo que escondí hasta de mí…..”. “El salmón” se hizo presente en el Auditorio y un gusto imperecedero por este tema también, al cual inmediatamente añadió el tempo final de los siempre presentes Rolling stones con su “jumping Jack Flash”.
“Gracias” dice Calamaro, le respondemos con aplauso y un grito mío de genio que se iba colando desde mucho atras sale por fin de mi boca, sin tiempo de ser escuchado por que “Revolución Turra” se avecina inmediatamente y sin tiempo a reflexión “Mi Enfermedad” se hace presente y con ella todos esos amores que quedaron allá, ya guardados en algún lugar al que solo la memoria tiene acceso. Para seguir con los Rodríguez “Sin Documento” provoca una explosión en todos y ya diviso a más de uno abrazándose. Todos esos hits fueron tocados y muy bien acompañados, pensé en mi hermano Juan Pablo cuando junto a un músico mexicano (cuyo nombre no recuerdo) Andrés canto “Te quiero” y lo engancho con el “No Woman No Cry” de Marley, si Bob. “Output/Input” desgarro nuestra nostalgia y nos hizo revelarnos nuevamente ante todos refregándonos en la cara que todo sigue igual y que no hemos hecho nada por cambiar. Como me gusta el coro de este tema:
“dame, dame el fuego, dame el fuego de tu amor y en seguida llama a los bomberos por favor, en mi caso necesito un Doctor o sino cualquier cosa que me haga estar mejor: AMOR, SUFRIR, PESAR, DOLOR……”.
Les hablaba de cumbia comenzando y sí, como bailamos anoche cuando inicio "Las Tres Marias” a la que posteriormente y para sorpresa de todos engancho con el clásico de los abuelos de la nada “Mil Horas” y luego de un breve lapso arremetió con “Tuyo Siempre” y como no recordar a mi amiga Chelita cuando toco este tema. Esta sección es una prueba más del expedicionario musical que es Calamaro y de que si bailo cumbia, pero la que me gusta (por suerte solo es esta).
De vuelta al último álbum “On the Rock” fue el turno de “Flor de Samurai”, que sirvió como introducción para un mini discurso en memoria a Kirchner (ex presidente argentino fallecido hace cuatro días) y posteriores canciones solemnes de despedida como “Todos se van” que se acompaño de un video en el cual discurrieron personajes que iban desde el inolvidable Pappo hasta la brillantez del maestro Piazolla y la sorpresa para mí fue “Buena Suerte y Hasta Luego” que lo cante con todo. Pero que no se igualo cuando entono “Me estas Atrapando Otra vez” canción que produjo un desastre aquí adentro y entonces regresione a ella y esos años cuando su chispa divina que mi camino ilumina estuvieron presentes y me vi nuevamente ahí maldiciendo él nunca poder alejarme de ella y si Vivi, si eres tu jajajaja (aunque no creo que leas esto la verdad y aunque ya paso tanto sin tí).
Desperté cuando cantaba “Costumbres argentinas” al que sumo un “Oye Como Va” de Tito Puente creo. Invito a un cantante español que canto solo, si solo, un tema antiquísimo que no pertenece a Calamaro. Y después llego el turno de “Los Chicos” brillantemente culminado con un riff de “Rock n Roll” de Led Zeppelin. “Paloma” entro al escenario y su gran coro:
“quiero vivir dos veces para poder olvidarte, quiero llevarte conmigo y no voy a ninguna parte”.
Se fue y pedimos por él, tibiamente claro, muy dentro nuestro sabíamos que volvería porque faltaban algunos hits y así fue, volvió con “Estadio Azteca” que emociono a los mexicanos, no recuerdo bien si en este espacio toco “Más duele” pero lo hizo, luego llego un tango el único momento en el que sentí que el sonido falló, pues no lo percibí bien. Canción que sirvió para traer a todos nosotros una petición casi general “Flaca” y el telón, la banda abrazada y agredecida y un Calamaro humilde, tranquilo y aplaudiéndonos, se cerro luego de agradecer a la vida con la canción vieja conocida de “Gracias a la Vida” de Mercedes Sosa, relativamente, pero excelentemente, modificada.
Llegue a este momento sin saber que escribir. A lo largo de la vida, que por lo visto es esta, las múltiples interacciones hacen de nosotros un uno, uno que no sería sin el todo y es ese todo al cual me dirijo pues en este camino no parece ser tan importante la carretera sino los peatones y esas pequeñas cosas que hacen la diferencia. Tuve suerte eso es todo, pero tuve a todos aquellos que hicieron este UNO………………
Gracias a la vida, dijo ayer el “salmón” Calamaro, Gracias a mi vida, digo yo, que con su suerte me ha otorgado la posibilidad casi imposible de ser yo y todos a la vez, pues ellos “la muchachada” estuvieron ayer conmigo.
PD.- hoy no paso nada nuevo, empieza todo de vuelta.........
Comentarios